Se obtiene de la planta aromática Origanum vulgare (orégano), utilizada de forma tradicional para reforzar las funciones digestivas, respiratoria y articular. El aceite de orégano contiene como sustancia activa más importante el carvacrol, un componenete fenólico conocido por sus propiedades antiinfecciosas de amplio espectro que hacen de él un agente antiviral, anti fúngico, antibacteriano y antiséptico muy eficaz. Se aconsejan complementos con un contenido de 70% de carvacrol de orégano cultivado. Los estudios de laboratorio demuestran su efectividad en caso de infecciones por Candida albicans, Staphilococcus aureus, y coronavirus humano. Se considera que podria ser una alternativa a valorar en caso de infecciones bacterianas resistentes a antibióticos. Anti-parasitario: suele ser muy eficaz en la mayoría de los parásitos intestinales (amebas, lombrices, tenias etc) y especialmente en el caso de la Giardia lamblia. Problemas digestivos: para combatir los espasmos intestinales, colon irritable, distensión abdominal y flatulencias, en caso de Helicobacter pylori el orégano silvestre puede ser efectivo por su efecto antimicrobiano. Helicobacter pylori: el orégano silvestre puede ser efectivo por su efecto animicrobiano. Enfermedades respiratorias e infecciones: tos, resfriados , sinusitis, bronquitis, anginas, otitis etc. Problemas de piel: como el pie de atleta (hongos de los pies), eczemas, psoriasis. |